El litoral de la Región del Biobío es un espectáculo de poder natural, tradición y sabores marinos. Es una costa de contrastes, donde extensas playas de arena oscura invitan a la caminata y acantilados imponentes vigilan el océano.
Pero el alma de la costa reside en sus caletas. Estos pueblos pesqueros, que salpican el borde costero, no son solo el motor de la economía local; son el epicentro de la gastronomía regional. Aquí, la frescura de los productos recién extraídos del mar define una cultura culinaria auténtica y reconocida en todo el país.
Desde las tranquilas bahías ideales para la familia hasta los santuarios naturales y las playas famosas por el surf, la costa del Biobío ofrece una experiencia inolvidable que conecta al visitante con la inmensidad del Pacífico.